La Imagen Compleja
(Gabriel
Rodríguez Pascual)
Publicado en este blog el 14-07-2015
Desdoblado en dos páginas el 14-08-2015
Resumen.
La imagen compleja es la
huella mnésica no simplificada por ningún sistema de codificación. Es el
elemento básico, fundamental, utilizado por el sistema analógico subyacente de
procesamiento de la información. En ese artículo, he tratado de reunir algunos
hechos que ponen de manifiesto la naturaleza de la imagen compleja, instrumento
clave del sistema analógico. Para acabar con una serie de predicciones
experimentales.
LAS IMÁGENES COMPLEJAS EN
LAS DISTINTAS MODALIDADES SENSORIALES.
La propuesta es realizar un
recorrido de reconocimiento, de identificación, por las imágenes complejas en
las diversas modalidades sensoriales. Aunque se debe recordar que la imagen
compleja es, en muchas ocasiones, multimodal. La aplicación del concepto de
imagen compleja y de sus características va a permitir constatar la coherencia
de hechos aparentemente divergentes, inexplicables, a la vez que realizar
algunas predicciones.
La imagen compleja en la
modalidad visual ha sido descrita
como imagen eidética. Se conserva su rastro en forma de imagen onírica, en la
imagen producida por el estrés postraumático, en las alucinaciones, y en la
función especializada de reconocimiento de caras. Es una huella mnésica sin codificar.
Se puede describir como una imagen RAW, por utilizar una metáfora que hace
referencia al medio de la fotografía actual. Es muy pesada, contiene mucha
información, es detallada, no está disponible a voluntad, es utilizada por el
sistema analógico en sus actuaciones (el término operaciones voy a reservarlo para el sistema lógico-verbal), y es
relegada al inconsciente en las áreas en las que se va construyendo el sistema
lógico-verbal simbólico consciente. Los sueños pueden ser representativos,
alegóricos, metafóricos, nunca simbólicos. No se debe utilizar la misma palabra
para expresar un concepto y su opuesto.
El sistema analógico básico,
subyacente, es muy parecido en el ser humano y en otros animales, como el
chimpancé. Parece demostrado que los chimpancés pueden utilizar imágenes
complejas para la resolución de tareas (Matsuzawa). Este sistema analógico
básico permite, entre otras muchas acciones, las simetrías, la comparación, la
identificación conjugada de múltiples imágenes. Los niños, por ejemplo, pueden
escribir o reconocer su nombre en forma especular (Jean-Paul Fischer). También
deberán poder reconocerlo los chimpancés o los bonobos a los que se les enseñe
el reconocimiento de palabras. Se ha visto cómo algunos savant, que utilizan
imágenes eidéticas y que no han desarrollado un sistema lógico-verbal simbólico
neurotípico, excluyente, pueden realizar sin dificultad, en ausencia del
modelo, complejos dibujos, de forma casual, en forma especular (Oliver Sacks).
Esta característica activa, básica, del sistema analógico, explica también el
misterio de la preferencia por la simetría en humanos y no humanos.
Los grandes simios, e incluso
otros animales como las ovejas (J.W Peirce, A.E Leigh y K.M Kendrick), son
capaces de reconocer rostros humanos, lo que puede ser un buen ejemplo de
utilización de imágenes visuales complejas por el sistema analógico de
procesamiento de la información en los animales.
Particularmente revelador es
el hecho de que los bebés y niños muy pequeños tengan la capacidad de reconocer
caras de monos, capacidad que pierden con la edad, a lo largo de un desarrollo
neurotípico, según un proceso de estrechamiento perceptual, que se produce en
los bebés de los 6 a los 9 meses de edad (Lisa S. Scott, Olivier Pascalis y
Charles A. Nelson). Al reconocer una cara se da una identificación instantánea
e involuntaria del conjunto de los rasgos, aunque no se pueda evocar
conscientemente el rostro que se necesita recordar y cotejar, ni se realice una
comparación pormenorizada, secuencial, de rasgos.
El llamado oído absoluto es
un ejemplo perfecto de imagen compleja en la modalidad auditiva, como huella mnésica que queda al margen de la
codificación simbólica. Parece demostrado que los bebés y los niños pequeños
tienen oído absoluto hasta que, en la mayoría de los casos, como ocurre con
otras imágenes complejas pesadas y poco útiles, lo pierden tras los procesos de
construcción del universo simbólico. Los músicos expertos que, conscientemente,
intentan adquirir esa cualidad, que no tienen, fracasan siempre en el intento (Annie H. Takeuchi y Stewart H.
Hulse). Una vez perdidas, las
imágenes eidéticas no retornan por el ejercicio de la voluntad. En los lugares
donde, por causa de una lengua materna tonal, el oído absoluto tiene alguna
utilidad parece ser que se da un porcentaje significativamente más alto de
adultos que conservan esta habilidad.
Se ha demostrado que muchas
especies animales, monos, pájaros, varias especies de mamíferos, como los
lobos, tienen oído absoluto (Jenny R. Saffran), imágenes sonoras pesadas que
les permiten sobrevivir, relacionarse, o aparearse. También, que los niños,
hasta los ocho meses, tienen oído absoluto. Incluso que hay una utilización de
memoria inconsciente de oído absoluto en los adultos (Martin Braun). Los bebés
y los estorninos utilizan, para pruebas de discriminación, señales de tono
absoluto, aunque, tras el aprendizaje, puedan utilizar en la misma tarea
señales de tono relativo (Jenny R. Saffran). Todos los datos indican que el
oído absoluto no es otra cosa que una imagen compleja auditiva, típica,
específica, del sistema analógico de procesamiento de la información, que
compartimos en gran medida con otros animales.
Otro ejemplo significativo
de imagen auditiva compleja es la percepción alofónica. Los alófonos son las
variantes que se dan en la pronunciación de un mismo fonema. Se ha encontrado
que los niños disléxicos perciben mejor los alófonos que los niños de
desarrollo neurotípico y que, correlativamente, tienen un déficit en la
conciencia diferencial de los fonemas (Willy Serniclaes). El oyente alofónico
distingue todos los sonidos intermedios entre dos fonemas, es decir, tiene una
sobrediscriminación no funcional para fines lingüísticos. El niño no tiene que
aprender la distinción entre alófonos: en principio, todos los niños lo hacen
desde su sistema básico de procesamiento de la información. Lo que tienen que
aprender, y algunos no lo hacen bien, lo que emerge en el niño neurotípico
expuesto al lenguaje son los acoplamientos fonémicos, la percepción categorial
diferencial de los fonemas.
La percepción alofónica
podría no dificultar el reconocimiento de la palabra hablada, que puede ser
almacenada en la memoria de un modo mucho más costoso, más pesado (Willy
Serniclaes). El desarrollo del sistema lógico-verbal simbólico neurotípico
acaba con la percepción alofónica. Todos los datos disponibles son coherentes
con el planteamiento de que la percepción alofónica es un caso concreto de
imagen compleja auditiva, típica del sistema analógico de procesamiento de la
información. El estrechamiento perceptual fonológico se produce de los 6 a los
12 meses de edad en los bebés neurotípicos expuestos al lenguaje materno. Otro
ejemplo de pervivencia especializada de la imagen compleja sonora es la imagen
de la propia voz, que da forma a lo que se conoce como pensamiento consciente.
¿Se podrían encontrar y
reconocer imágenes complejas referidas al espacio táctil-cinestésico? ¿Cómo se recuerda la manera de montar en
bicicleta? ¿Cómo la forma de la firma? ¿O, el esquema preciso para colocar los
dedos rápidamente sobre el mástil de la guitarra? Se podría decir que la mano
es inteligente, tiene memoria, sabe cosas que no pasan por el pensamiento
consciente. Pero, mejor sería decir que tiene un funcionamiento efectivo
gracias al sistema analógico de respuesta inmediata e inconsciente. Es lo que
hace el tirador de esgrima, que no puede esperar, y que entabla un diálogo con
el sistema analógico de su adversario. En la memoria, existen imágenes
complejas táctil-cinestésicas que utiliza el sistema analógico del guitarrista,
el bailarín, el gimnasta, el alfarero, el que firma un documento, el mono
acróbata, el gran simio, con sabiduría sorprendente.
Se debería buscar una
palabra adecuada para referirse al concepto de aprendizaje en el territorio analógico, frente al de aprendizaje en el dominio lógico-verbal,
por las diferentes características de los dos procesos. Tras la consolidación
del desarrollo neurotípico simbólico, consciente, los aprendizajes que hacen
referencia al perfeccionamiento de formas de procesamiento vinculadas al
sistema analógico, cómo dibujar, tocar un instrumento, danzar, hacer esgrima,
son de progreso muy lento, y de una naturaleza distinta a los aprendizajes
vinculados al sistema lógico-verbal, por lo que se debería encontrar un término
adecuado para poder señalar esta radical diferencia, alternativo al de aprendizaje. No se me ocurre otro que entrenamiento (aunque no sea muy
satisfactorio).
He dicho tras
la consolidación del desarrollo neurotípico. Pero podrían darse casos de
niños con un virtuosismo singular si, antes de ese proceso (o por fallo en el
proceso) de consolidación neurotípica, entrarán en contacto con actividades que
les permitieran conservar, utilizar (no perder) las imágenes complejas
multimodales del sistema analógico básico (Mozart, niños autistas de alto nivel
capaces de tocar una melodía que han escuchado sólo una vez, etc.).
Hay muchos autores que han
postulado que la mano puede actuar como si pensara (Henri Focillon). Una de las
características más reseñadas es la capacidad de actuar con fluidez, con
rapidez, en situaciones muy elaboradas, de modo prácticamente inconsciente. La
mano responde como si tuviera memoria propia, al margen de los procesos
conscientes (Juhani Pallasmaa), gracias a las imágenes complejas del sistema
analógico. Imágenes complejas que no respetan el límite del objeto, del yo que
actúa y enuncia, para prolongarse en el instrumento como parte del propio cuerpo,
contra toda evidencia lógico-verbal, y en consonancia con las características
extensas y no categoriales de la imagen eidética, compleja.
Las habilidades, incluso las
más abstractas, comienzan como prácticas corporales (Richard Sennett). En
realidad, desde el punto de vista de la Teoría
de los dos sistemas, lo que hace Frank R. Wilson es reconocer la
importancia radical e ineludible del sistema analógico básico en la
construcción de la forma de conocimiento propia de los seres humanos. Para
localizarlo metafóricamente en dos partes del cuerpo: no es que el desarrollo
del cerebro haya hecho posible el extraordinario desarrollo de la mano, sino
que la evolución de la mano y de sus capacidades ha hecho posible el desarrollo
de la inteligencia humana (Frank R. Wilson). O, para decirlo de forma más
precisa: el sistema analógico básico de procesamiento de la información,
representado por la habilidad manual, está inevitablemente (en el individuo y
en la especie) en la base del desarrollo neurotípico lógico-verbal de la
inteligencia humana, representado por la capacidad cerebral.
Todo lo cual quiere decir
algo muy parecido a que la mano piensa.
Es decir, que sus habilidades están ligadas, en muchas ocasiones, a las
imágenes complejas táctil-cinestésicas, de procesamiento inmediato,
inconsciente, propias del sistema analógico. El óculo-centrismo (Juhani
Pallasmaa) es un hijo bastardo, lateral, del logo-centrismo. No se vuelve a ver
igual algo a partir del momento en que se sabe lo que es.
El olfato. Una escuela en un pequeño pueblo de Cantabria, un niño de
unos ocho años que vive en un caserío. La hora del recreo. Juegan a la
gallinita ciega. El niño siempre acierta. La maestra se da cuenta de que, con
los ojos tapados, apenas toca a los compañeros: los huele. Es capaz de
reconocer por el olfato a todos los niños de una escuela unitaria de enseñanza
primaria.
Un perro puede identificar,
con seguridad, por el olfato a un número muy elevado de personas. ¿Qué tipo de
recuerdo utilizan el niño y el perro para cotejar los perceptos e identificar a
las personas? Se debe pensar que esta forma de identificación sólo se puede
producir gracias al uso de imágenes complejas olfativas, activadas por el
sistema analógico de forma inmediata, sin mediación de procesos conscientes.
Otra característica
peculiar, reseñable, es la capacidad de la imagen olfativa para desencadenar la
anamnesis (lo contrario de la rememoración). No es únicamente el olor de los
frutos en el armario (Murasaki Shikibu) o de la magdalena en el té (Marcel Proust)
lo que desencadena el recuerdo de sensaciones olvidadas, es también necesaria
la concurrencia de la imagen compleja, con sus características de inmediatez e
inconsciencia, que surge como sorpresa que no puede ser evocada
conscientemente. El olfato es el sentido que, de forma significativa,
desencadena la anamnesis por sus características peculiares, ya que es una
modalidad sensorial muy poco afectada por la codificación lógico-verbal. Hay
que recordar que existen muy pocas palabras que hagan referencia a la
percepción olfativa, si se obvia el pequeño grupo de las que significan buen o
mal olor. Por eso, el olfato aparece vinculado, como todo el sistema analógico,
a las emociones y a la anamnesis.
Más que estrechamiento
perceptual, o represión epistemológica debida a la construcción del sistema
lógico-verbal consciente, que relega al inconsciente las imágenes complejas, en
el caso del olfato se da una represión de tipo social, un olvido por falta de
uso. Reconocer a las personas por su olor sería una auténtica grosería. Todo lo
cual, unido a la dificultad de evocación consciente, explica que se llegue,
incluso, a discutir la existencia de la capacidad para utilizar imágenes
olfativas.
Los primeros cuestionarios
sobre la capacidad de evocar imágenes vívidas (G.H. Betts) ya incluían la
imagen olfativa: la del olor del cuero quemado, por ejemplo. Los informes
experimentales indican que las imágenes olfativas se parecen a las de la
percepción real, y que pueden producir efectos similares. Parece ser que las imágenes
olfativas utilizan los mismos sistemas de procesamiento que la percepción
actual (Richard J. Stevenson y Trevor I. Case). Lo que es coherente con la idea
que estoy planteando de la imagen olfativa como imagen compleja que ha quedado
al margen de los procesos constructivos simbólicos.
CONCLUSIONES
Hemos visto que la imagen
compleja, propia del sistema analógico, tiene una serie de características
opuestas a las de la imagen simbólica. Es una imagen sin codificar, es
detallada, minuciosa, de alguna manera semejante al percepto, contiene una gran
cantidad de información no utilizada o inútil, es muy pesada, puede ser una
imagen multimodal y secuencial, puede incluir transformaciones, movimiento, se
recupera en bloque, no está sujeta a procesos de actualización que la
modifiquen (sí lo está, tras el recuerdo, a partir del momento en que entra a
formar parte de las operaciones conscientes), y no está sujeta a los
requerimientos de la evocación consciente (es muy difícilmente evocable a
voluntad). Permite las actividades de identificación
propias del sistema analógico (opuestas al sentido que tiene la identidad lógico-verbal).
Hay dos mecanismos que
suponen un aligeramiento del peso debido a la imagen compleja: la represión
epistemológica, el envío al inconsciente; y la especialización para ser
conservada únicamente en lo estrictamente necesario, el estrechamiento
perceptivo. Toda la información que conozco recogida experimentalmente sobre
estrechamiento perceptivo, su naturaleza multimodal, o la pervivencia de la
huella neuronal de discriminaciones abandonadas, es coherente con la Teoría de los dos sistemas. Cuando se
postula un principio de dominio general del desarrollo perceptivo, se hace algo
muy parecido a reconocer la existencia de un sistema analógico de procesamiento
de la información que afecta a todos los sentidos.
Como parte fundamental del
sistema analógico, la imagen compleja permite acciones que pueden resultar muy
complicadas para el sistema lógico-verbal consciente, como las simetrías, los
giros, o la comparación estadística de gran cantidad de información. Es una
imagen vinculada a las emociones y a los procesos de anamnesis, al surgimiento
espontáneo, por asociación multimodal, de recuerdos complejos y nítidos del
pasado.
Esta imagen compleja es
utilizada por los animales, por los grandes simios, por los niños muy pequeños
y, posiblemente, lo haya sido por el hombre de Neandertal (lo que sería
coherente con razones evolutivas, con su déficit de simbolización, y con su
gran capacidad craneal).
La imagen simbólica, por el
contrario, está vinculada a los procesos de codificación y de construcción de
códigos (o de Rediscripción Representacional, como lo llama Karmiloff-Smith),
es económica y eficiente, fácilmente almacenable, poco pesada, y está
disponible para el consciente por medio de la rememoración.
Es importante decir que toda
esta teoría relativa al sistema analógico y a la imagen compleja la he ido
elaborando a partir del análisis de otras cuestiones, sobre todo de la
creatividad, de lo que puede servir como ejemplo el caso del libro “Una teoría
de la actividad creativa”, que recibió el Premio Nacional de Ensayo convocado
por la Junta de Extremadura, en 1995. Y se ha visto corroborada por todos los
descubrimientos realizados en el ámbito de las imágenes referidas a las
diferentes modalidades sensoriales, sin excepción.
La idea general es natural,
sencilla. Los animales tienen necesariamente que utilizar un sistema de
procesamiento de la información. El ser humano comparte con otros animales, y
particularmente con los grandes simios, un sistema básico, subyacente, de
procesamiento de la información, que tiene unas características específicas, de
enorme utilidad. El sistema simbólico lógico-verbal consciente se construye
sobre ese sistema subyacente a partir de unas cualidades diferenciales propias
del ser humano. La creatividad es la capacidad que permite hacer cosas nuevas y
valiosas que, con anterioridad, no podrían haber sido hechas (Margaret Boden)
por el sistema lógico-verbal consciente (añado yo). Y eso solo es posible
gracias a la interacción entre los dos sistemas.
La imagen compleja
evoluciona a causa de la construcción del sistema lógico-verbal consciente.
Puede quedar totalmente relegada, sustituida por la imagen simbólica, o
conservar su funcionalidad en áreas muy específicas (como el reconocimiento de
caras). El intento de recuperación consciente, desde el control del sistema
lógico-verbal, por medio de un trabajo intencional, dirigido, está abocado al
fracaso. Se puede solo conseguir algo parecido, se pueden llegar a producir
imágenes intencionales intermedias por medio de aprendizajes muy lentos, que
tienen más la forma de entrenamiento dilatado en el tiempo que la del
aprendizaje propio del sistema lógico-verbal.
El camino de la recuperación
pasaría por la no intencionalidad de la relajación creativa, el olvido, el
sueño, la meditación transcendente o la vejez. Habría que desarrollar
pormenorizada y experimentalmente la teoría de que en edades avanzadas, cuando
se produce un deterioro de la funcionalidad del sistema lógico-verbal
consciente, se puede observar la emergencia, en la memoria y en áreas de
actividades concretas, del sistema analógico de procesamiento de la información
vinculado a las imágenes complejas y a las emociones.
El número de casos, de
resultados experimentales extraños, divergentes o increíbles o, dicho de otra
forma, el número de falsaciones que acumula la concepción logo-céntrica
tradicional y, muchas veces, inaparente del conocimiento no cesa de crecer.
Paralelamente, no dejan de crecer los datos congruentes con la Teoría de los dos sistemas.
Como ejemplo, se puede
pensar en la capacidad de los chimpancés para tocar en una pantalla una serie
de números después de que desaparezcan (Matsuzawa). O en la capacidad de los
monos y los niños pequeños para reconocer rostros de otras especies (Lisa S.
Scott, Olivier Pascalis y Charles A. Nelson). En casos como estos se formulan
explicaciones incorrectas, se tienden a olvidar como sucesos inexplicables,
incómodos, o se ensaya la construcción de epiciclos
que se adapten a la excepción, en vez de reconocer la existencia de la imagen
compleja y del sistema analógico. El motivo de esta resistencia puede estar
implícito en las relaciones dinámicas entre los dos sistemas. Una de las
funciones fundamentales del sistema lógico-verbal es la de control del sistema
analógico, control de todo lo sentido, de lo que procede de los sentidos y de
los sentimientos (de las pasiones), envío de las imágenes complejas al
inconsciente: todo el conjunto de lo que he descrito bajo el concepto de represión epistemológica.
Un ejemplo paradigmático.
Cuando Piaget encuentra que los niños, sin ver de nuevo una serie creciente de
palitos, al cabo del tiempo, progresan en la descripción conceptual de esta
serie, en vez de sacar la conclusión evidente de que tiene que existir una
imagen compleja en la memoria para que los niños puedan revisitarla y así
mejorar su descripción, concluye, de modo absurdo, que no existe imagen sin
proceso simbólico.
Otro ejemplo referido al
excelente libro de Karmiloff-Smith comentado en la página anterior. K-S habla
de restricciones perceptuales innatas, y del desarrollo cognitivo posterior, de
forma coherente con un marco logocéntrico supuesto, a pesar de que encuentra
reiteradamente: datos que demuestran una base inicial amplia, seguida de un
estrechamiento perceptivo, ligado a pérdida de algunas habilidades; y datos de
un sistema de procesamiento inicial de las entradas sensoriales que coincide
con el de otros animales.
Se puede constatar, en
numerosas interpretaciones de los resultados experimentales, que existe un
extrañamente fuerte rechazo a reconocer la existencia y las cualidades del
sistema de procesamiento de la información que compartimos con los animales.
Rechazo alimentado y sostenido por el hecho de ser un sistema no verbal y en
gran medida inexpresable, al que solo se puede acceder indirectamente.
PREDICCIONES
Los casos más insólitos o
imprevisibles, desde el punto de vista logocéntrico, como la relación entre
autismo y oído absoluto, son absolutamente naturales, previsibles, desde la Teoría de los dos sistemas. En el
autismo no se da una consolidación del sistema neurotípico lógico-verbal
excluyente que relegue la imagen compleja en sus diversas modalidades. Y
sabemos que el oído absoluto es una imagen compleja. Se han encontrado
experimentalmente muchos resultados acordes con las ideas de sistema analógico
e imagen compleja, con la Teoría de los
dos sistemas, como por ejemplo: la relación de autismo y savant con oído
absoluto, el reconocimiento de caras en ovejas y simios, la discriminación de
ámbito general y la evolución hacia el estrechamiento perceptivo, el
reconocimiento de caras boca abajo en niños y simios, la relación oído absoluto
con sinestesia (como vimos en otros textos, la sinestesia es una de las
singularidades del sistema analógico humano), el oído absoluto en animales
(aves, lobos, monos), el oído absoluto en niños hasta los ocho meses, el uso de
memoria inconsciente de oído absoluto en adultos, o la capacidad poderosa de
los bebés para detectar estructuras a partir de datos estadísticos.
Lo que me permite realizar
algunas predicciones (dado el enorme volumen de trabajos experimentales,
desconozco si alguna de estas predicciones ha sido ya corroborada o desechada).
- Se debería encontrar
correlación entre percepción alofónica y oído absoluto (no es una relación
directa, pero ambos son casos en los que se está utilizando imagen auditiva
compleja).
- Percepción alofónica en simios.
- Recuperación
de alguna habilidad de oído absoluto en personas hipnotizadas (más probable en
niños).
- Relación oído absoluto y
dislexia (tampoco es una relación directa, pero podrían encontrarse datos
significativos, ya que la percepción alofónica, que da origen a la dislexia, es
una forma de imagen compleja)
- Habilidad en niños no
escolarizados para pulsar en una pantalla una serie extinguida utilizando
imagen eidética.
- Identificación de voces o
instrumentos (timbre absoluto) en personas con oído absoluto (mejor en niños,
pues pueden conservar la imagen auditiva compleja mejor que los adultos).
- Será más fácil recuperar, bajo hipnosis, imágenes
táctil-cinestésicas, la memoria o la sabiduría propia de la mano.
- Capacidad de reconocimiento por el olfato en
niños pequeños.
Todas estas predicciones son arriesgadas por varios
motivos. Puede haber factores imponderables. Puede que algunas sean erróneas,
puede que no. Es muy posible que alguna de estas predicciones ya haya sido
demostrada y yo lo ignore. Mis disculpas.
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